Lo que hay que tener...
como lector de guiones para una importante agencia de casting situada en Madrid (si quieren publicidad que la paguen) os desalentaré al deciros que se escribe una cantidad ingente de guiones. Muchos, muchísimos, tantos que se ven obligados a recurrir a terceros para leerlos todos.
Para un guionista, dedicarse a esta tarea es algo inquietante; lo que quieres de verdad es que te lean a ti. Aparte de cobrar por ello - apenas da para cubrir la factura de la luz - lees decenas de historias de escritores que pretenden ser guionistas, pero cuyos defectos en la forma en que están presentadas denotan un alto grado de amateurismo. Un guión debe parecer justamente eso, un guión y es muy triste que tanto trabajo, tantas horas, tantas ilusiones, sean descartadas en menos de un minuto a la hora del café.
Dije que lo imprescindible era el TRABAJO y me batiré al alba con cualquiera que se atreva a rebatirme, pero por supuesto, si de verdad uno quiere llegar a dedicarse a esto, tiene que saber qué aspecto tiene un guión. Y eso se aprende. Existen muchísimos cursos, libros y guiones publicados, como para conseguir, al menos, que nuestro sueño no acabe nivelando una mesa coja.
El guión es estructura
Desde su origen. Desde la primera escaleta. Desde el primer argumento... ESTRUCTURA.
Todos los guionistas llevamos tatuada esa palabra en el culo, pero lo llevamos en secreto. Es nuestra herramienta básica de trabajo - la estructura, no el culo - y es lo que consigue que cuando a alguien (productor-director-actor) se le ocurren aquellos pequeños y maravillosos cambios para nuestra historia, no saltemos de una octava planta.
Excelente comienzo. Ya estoy más que enganchado.
ResponderEliminarje je excelente,
ResponderEliminarmira que enganchado está...mano enganchada, mejor que cirugía estética, más efectiva.